lunes, 13 de septiembre de 2010

Crisina, Orgullosamente Empleada Doméstica

Comparto ésta historia, con dos objetivos, el primero, reconocer a una gran mujer, a la que llamaré Cristina, quién se presentó en uno de mis últimos talleres, orgullosamente como empleada doméstica; y el segundo, para transmitir que la única forma de conseguir lo que queremos, es ir por ello.  Aquí la história.

Después de pasar a la mesa de registro e inscribir a su hijo.  Nos presentamos y empezamos a caminar por el pasillo, hasta sentarnos en una de las salas del hotel.  Ella quería encargármelo.  Me había escuchado en La Plataforma en una de mis participaciones con el tema del taller de Activación de la Glándula Pineal.

Al escucharme, decidió que el taller era para su hijo, quién estaba experimentando una dinámica con el tema de las drogas.  Me contó que le había tomado algunas semanas completar el valor de la inscripción.

De inmediato percibí su potencia, sus ganas y su transparencia.  Claramente percibí su intención de “encontrar”.  Me sentí tan cómodo con su charla, parecía que ya nos conociéramos de tiempo atrás.   Me platicó sus últimos meses, y lentamente empezó a soltar parte de la “carga”.  Me externo el motivo por el cuál quería que su hijo participara en el taller y las grandes expectativas, de que con el método, se acabaran para siempre sus mortificaciones.

En cierto momento, interrumpí su conversación para invitarla a quedarse, a que viviera la experiencia junto con su hijo.  Le comenté que sería más poderoso que ambos tuvieran la experiencia, para el diario enfrentamiento de las dinámicas.  También le ofrecí que pagara el taller como pudiera.

Sus ojos se iluminaron, totalmente confundida y sorprendida, me preguntó si eso era posible, a lo cuál le dije que era algo que ella estaba demostrándome.  Me pidió 5 minutos para hablar con su esposo.  Yo regresé al salón dejando las instrucciones en la mesa de registro.

La experiencia del curso fue muy especial y no era para menos ya que participaron empresarios, funcionarios gubernamentales, matrimonios y madres con sus hijos (as).

En los talleres, siempre suceden experiencias especiales, sin embargo, lo que no había pasado en más de 500 personas, fue la experiencia de Cristina, ella logro abandonar, definitivamente, un bloqueo que le impedía avanzar hacia la meta.

Hace unos días hable con ella, le pregunté por su avance y el de su hijo, esta sorprendida de los cambios.  También me autorizó escribir ésta historia y escogió el nombre.

Gracias Cristina por demostrar que la confianza es clave en el desarrollo de nuestras vidas, por enseñarnos que el que quiere, encuentra y por apoyarme en mi dinámica personal en la entrega del mensaje.